Año: 2008
País: Francia
Duración: 97 min
Director: Pascal Laugier
Ficha Completa AQUÍ
ARGUMENTO
Francia. Una noche a comienzos de 1970. Lucie, una niña perdida hace un año, es descubierta andando por una carretera. Está en un estado catatónico y es incapaz de decir nada de lo que le ha sucedido. Los policías no tardarán en encontrar el lugar donde ha estado presa: un antiguo matadero... ¿Qué pasó en aquel lugar? ¿Cómo consiguió la chica escapar?
COMENTARIO
Aquí tenemos Martyrs, una de las películas de cine extremo francés de los últimos años que más ha dado de qué hablar. Al igual que “A serbian film”, que la comenté hace relativamente poco, en el momento de su estreno estuvo rodeada de polémica por su dureza y brutalidad; aunque en este caso considero más que merecida toda la fama recogida.
Martyrs es uno de los films estandarte del movimiento denominado como “Nouvelle Horreur Vague”, y si no es la mejor de todo el conjunto, poco le falta. Muy pocas películas han logrado dejarme con un nudo en el estómago y la garganta, tratando de asimilar lo que había acabado de ver, y este segundo trabajo de Pascal Laugier es de los que te dan dos mil patadas psicológicas, te tragan y regurgitan varias veces a lo largo del metraje.
Vaya por delante que este no es un film gore al uso. No, al menos, como estamos acostumbrados a ver en todos los productos del palo que provienen de La France. Esto trata de una chica, Lucie, que escapa de sus captores que la estaban torturando y termina en un centro de acogida, donde se hace amiga inseparable de Anna, quien trata de echarle un cable con todas las secuelas que le han quedado.
Años después, Lucie consigue ubicar la casa de sus captores y allí se presenta, escopeta en mano, para reclamar venganza y justicia; ayudada por su ad latere Anna.
Lo primero de todo que hay que resaltar es que este film se puede analizar por segmentos. La habilidad de Laugier para dar giros argumentales increíbles no ya sin que decaiga el interés, sino además aumentando la tensión es digna de todos los elogios posibles. Y el cambio de rumbo de la historia es algo que no pasa ni una vez ni dos, sino hasta tres veces; siendo la primera parte toda una locura de cámaras ágiles y hasta algún monstruo por ahí, y la última parte cuenta unos hechos de forma que no había visto anteriormente en ninguna película.
Martyrs constituye el vivo ejemplo de que el gore y el terror no tienen porqué ser gratuitos, y encerrar dentro de su violencia todo un trasfondo ético y moral para quien sepa leer entre líneas.
Porque lo que en un principio se insinúa como otra historia más de torturas y venganzas, acaba llevándonos por unos derroteros que nada tienen que ver, desvelando detalles poco a poco, para alcanzar un clímax que nos deja con la boca abierta.
También mencionar la ausencia de colores vivos en la fotografía, se apuesta más por tirar de tonos grises que aportan un plus jodidamente lúgubre al conjunto, generando mal rollo e incomodidad a partes iguales; y una banda sonora que destaca por su simpleza y efectividad.
Desde aquí os digo con franqueza que, si no conocéis la cantera de cine extremo francés, os estáis perdiendo el cine más cañero en el campo del terror que se está haciendo ahora mismo. La “Nouvelle Horreur Vague” se caracteriza sobre todo por crear un horror en el que no hay elementos sobrenaturales, ni entes venidos del más allá; el ser humano como tal es lo más temible que hay sobre la tierra... y eso, amigos, es lo que más acojona de todo.
Resumiendo: si eres sensible o aprehensivo, esto no es para tí; y si eres un tío curtido en mil batallas, no te vas a librar del mal cuerpo y el desasosiego de Martyrs. Que no te la cuenten!!
NOTA: 9/10
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