DE CINE: EL ENTE

Año: 1982
País: USA
Duración: 115 min
Director: Sidney J. Furie
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ARGUMENTO

Presuntamente basada en hechos reales, narra el relato de una madre soltera (Barbar Hershey) perseguida y violada por un ser demoniaco que acude a la ayuda de un psiquiatra (Ron Silver), pero él cree que todo está en su cabeza...

                                                COMENTARIO
Hay una cosa que distingue completamente éste film de otros de su época: está basado en hechos reales. Carla Moran, una viuda joven con tres hijos adolescentes, se presentó allá por 1974 en el departamento de parapsicología en la universidad de California visiblemente angustiada; afirmando que una especie de ser espectral había abusado de ella en varias ocasiones. Los doctores en principio le diagnosticaron un desorden mental al no encontrar explicación lógica a los sucesos. Lo que no terminaba de cuadrar con el diagnóstico era que Carla acusaba huellas de mordidas, desgarros y demás marcas típicas de los abusos sexuales. Aquí podemos hablar de un Íncubo, un demonio popular en las creencias religiosas de la Edad Media que se posaba sobre la víctima, generalmente una mujer dormida, para forzar una penetración. Cágate lorito, es para acojonarse.

Después de muchas pruebas psicológicas, incluída la hipnosis regresiva, se llegó a la conclusión de que Carla no padecía ningún trastorno o trauma y era estable mentalmente.
No obstante, los abusos y agresiones continuaban sin descanso y cada vez de forma más violenta. De todo ésto, el director Sidney J. Furie hizo una película bastante fidedigna a la situación original, “The Entity”, o como la conocimos en España, El Ente.
Si dejamos a un lado las circunstancias en las que supuestamente está basada , y nos centramos en ella como película del género de terror, El Ente como film es un clásico ensombrecido por el éxito de La cosa de Carpenter, Viernes 13 o Poltergeist, con la que comparte muchos puntos en común; y es una injusticia terrible que a día de hoy se mantenga en un segundo plano cuando aúna todos los ingredientes para ser un plato digno de paladares exigentes.
  
Furie construye una atmósfera espectacular, con tensión e inquietud que van madurando según avanzan los minutos. Los abusos que sufre Carla son mostrados de forma bastante explícita, y los encuentros con la misteriosa entidad serán remarcados con un sonido incómodo y molesto con el que se quiere hacer notar su presencia a los espectadores. La tremenda interpretación de Barbara Hershey termina de poner la guinda a tan interesante bocado.
Los efectos especiales son una pasada, sobre todo el efecto que representa los “tocamientos” fantasmales (se pueden apreciar unos dedos invisibles hundiéndose en los pechos de la actriz) y consiguen lo que no muchos films han conseguido, que es provocar pavor sin mostrar una sola gota de sangre.

Lo mejor para mí de la película es que no tiene ningún tipo de referencia religiosa. Ni satán, ni dios, ni alá, ni pollas en vinagre. Únicamente una presencia a todas luces desconocida que crea una fuerte dicotomía entre ciencia y paraciencia, estableciéndose una guerra entre psiquiatras y “cazafantasmas” en la que nadie tiene muy seguro lo que pasa. Para más inri, Furie no quiere dejar del todo claro la verdadera naturaleza de las violaciones, dando bastante margen a las entendederas de los espectadores.
Si no le pongo la calificación máxima es, porque pese a haberme asustado como pocas, el final me deja bastante frío (perdón, chiste fácil) y diluye un poco todas las esperanzas de ver algo apoteósico. Como dato curioso, podemos decir que Carla Moran se mudó a Texas y no consiguió librarse de los abusos paranormales hasta que murió de cáncer hace siete años.
Que te lo creas o no es algo que te dejo a tí... pero la peli ahí está.
  NOTA 8,5/10