domingo, 28 de abril de 2013

GROTESQUE (GUROTESUKU, 2009)


Año:2009
País: Japón
Duración: 73 min
Director: Kôji Shiraishi
Ficha completa AQUÍ

ARGUMENTO
Una joven pareja, Aki (la estrella del cine para adultos Tsugumi Nagasawa) y Kazuo (Kawatsure Hiroaki), son secuestrados cuando pasean por la calle por un sádico demente (Osako Shigeo) que los encierra en un sótano y los somete a degradantes torturas, degradación y toda clase de mutilaciones...

COMENTARIO
Asia nunca deja indiferente. Para bien o para mal cuando vemos una película procedente del citado continente sabemos que vamos a presenciar algo bizarro, extravagante y muy diferente de lo que acostumbramos a consumir de Europa o USA. Japón es un país único en todos sus aspectos, y en lo referente a cine despiertan en mí una tremenda dualidad: sus films me maravillan o se me antojan soberanos truños, no existen medias tintas.
Grotesque se encuentra entre las películas más raras que he tenido la oportunidad de ver. Creo que su cometido principal es impresionar y herir la sensibilidad de todo el que se atreva a contemplarla, hasta a los paladares acostumbrados a los sabores más fuertes.
Lo que tenemos aquí es un film minimalista en el sentido más literal del término: tres actores, apenas 5 localizaciones, dos escenarios principales y 73 minutos de metraje final. Tampoco se prodigan mucho los diálogos, Grotesque apuesta por lo visual llevado al extremo.

Así pues, un argumento de lo más sencillo y sin complicaciones: una pareja, monísima ella y poco espabilao él, secuestrada por un loco hijo de puta, que a posteriori veremos que se trata de una especie de mad doctor. El singular cirujano, del que nunca conoceremos el nombre, tiene una manera muy peculiar de excitarse, ni más ni menos que con el deseo de vivir de los demás. Someterá a la idílica parejita a las torturas más brutas que puede concebir un cerebro humano; si apareáis Saw con Hostel y lo multiplicais por mil, ni siquiera os acercaríais a lo truculento del conjunto.
Grotesque contiene un gore desenfrenado, pero la idea principal va mucho más allá de las vísceras y el sadismo. Se deja entrever, entre intestinos y amputaciones, una historia de amor intensa, bien desarrollada, con personajes que transmiten mucho sin decir gran cosa.

El escueto reparto está muy bien escogido, a destacar la interpretación de Tsugumi Nagasawa, que para el que no lo sepa es una de las porn star más conocidas de todo Japón, y francamente, actúa muchísimo mejor que actores de renombre que cobran cifras astronómicas; y el torturador loco se sale por todas partes.
Haciendo balance, tenemos una peli que sobresale entre todas las de su género por su trasfondo, que en este caso no es una locura hiper rebuscada como la mayoría del cine nipón, solo tenemos que saber mirar un poco más allá del sadismo casi pornográfico que nos brinda Koji Shiraishi. Dadle una oportunidad si buscáis algo diferente, seguro que os impacta.
NOTA: 8/10

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