Año: 1978
País: USA
Duración: 126 min
Director: George Romero
Ficha completa AQUÍ
ARGUMENTO
La
epidemia que hace resucitar a los muertos convertidos en seres ávidos
de carne humana se ha extendido, llegando al punto en el que varias
ciudades han quedado prácticamente desiertas. Los supervivientes deben
refugiarse en zonas militares ya que los zombies no dudan en acabar con
sus propios familiares... Continuación del clásico de horror de George
A. Romero "La noche de los muertos vivientes
COMENTARIO
Mucho
no, muchísimo se ha escrito ya de ésta película hoy en día, 35 años
después. Yo no voy a aportar nada nuevo, soy consciente de ello, ya que
internet está a rebosar de información y hay toda una legión de
bitácoras en la blogsfera con reviews maravillosas de gente que sabe
bastante más de cine que un servidor.
No
obstante, ¿Cómo resistirse a comentar una obra maestra del cine de
terror en general y la mejor película del subgénero zombie en
particular? Desde luego, es un film que he visto en innumerables
ocasiones y siempre consigue maravillarme y estremecerme a partes
iguales. Y curiosamente, pese a ser una de las películas que más he
revisionado desde que era apenas un chavalín imberbe, me resulta
tremendamente complejo el ponerme a desgranar un trabajo así como éste
se merece. Si me preguntáis por qué, os diré que todo va más allá de
seres putrefactos caminando sin rumbo fijo; “Zombi” contiene una fuerte
crítica política, al racismo y al consumismo que se puede apreciar a lo
largo de todo el metraje.
George
Romero siempre ha profesado una inclinación política por las tendencias
de la izquierda y, creedme, esto está plagado de referencias que así lo
atestiguan. Pero, como dijo Jack el destripador, vamos por partes... os
espera un tocho de cojones.
Si
hago memoria, los primeros recuerdos que tengo de la secuela del
clásico por antonomasia “La noche de los muertos vivientes” son de
cuando debería tener siete u ocho años. Mi señor padre siempre ha sido
consumidor de todo tipo de películas basura (de tal palo tal astilla,
como se suele decir) y a mí me encantaba sentarme a su lado y verlas con
él. Como cualquier hijo de vecino me giñaba patas abajo con todo
momento terrorífico; la diferencia es que mi viejo me iba explicando las
escenas y cómo las hacían, y eso permitía que el miedo perdiera terreno
frente a la natural curiosidad infantil que se apoderaba de mí con cada
una de nuestras sesiones cinéfilas. Pero había ocasiones en las que
consideraba que determinados films eran demasiado fuertes para un crío, y
me enviaba al salón de mi casa donde tenía que tragarme “lo que
necesitas es amor” o cualquier bodrio del estilo que veían mi madre y mi
hermana en el otro aparato de televisión que teníamos.
Y
en concreto fue uno de esos días cuando tuve consciencia de que “zombi”
existía. Pese a resistirme de todas las maneras, jurar y perjurar que
no me asustaría y probar mis mejores artimañas, mi viejo mantuvo una
fuerte negativa. “Cuando seas mayor”, me decía, y aquello me cabreaba un
montón. Como bien sabréis, no hay nada que cree mayor fascinación a un
niño que la prohibición, así que al rato volví y asomé uno de mis ojos
por el hueco de la puerta con la intención de ver aunque sólo fueran
unos segundos de aquella barbaridad. Recuerdo una serie de individuos de
rostro azul apelotonados frente a una puerta de cristal, arañando el
aire con mirada perdida.
¡Hostia
puta! cinco segundos de visionado me costaron un mes entero de no
atreverme a salir al pasillo de noche, por miedo de que alguno de
aquellos seres pudiera estar aguardando en la oscuridad. Si hubiera
llegado a ver la película entera creo que me hubiera dado un infarto o
algo así.
Esa
escena se grabó a fuego en mi mente y la evoqué bastantes veces a lo
largo de la pubertad. ¿Quiénes serían aquellas personas con la cara
color pitufo? ¿Por qué estaban allí? ¿Qué hacían con los ojos idos,
deambulando sin control? joder, cuanto misterio...
No
fue hasta mis trece años que tuve ocasión de alquilarla en vhs, y
posteriormente comprarsela al dueño del videoclub después de una decena
de rentas y mucho insistir. Y lo máximo fue cuando la conseguí en DVD de
oferta algún tiempo después, con unos extras de puta madre y una
calidad increíble, sobre todo teniendo en cuenta que siempre la había
visto en una cinta de vídeo más gastada que la piedra del mechero de Bob
Marley.
Por
cierto, dicho DVD se lo presté a un amigo que tenía por la época y al
que nunca más volví a ver el pelo, jamás me cogió las llamadas ni me
respondió a los mails. Así que, querido ex amigo, en el remotísimo caso
que estuvieras leyendo esta review, que lo dudo, espero que te metas el
jodido disco por el culo y te mueras de una hemorragia rectal por hijo
de puta.
Si
en la primera parte de la los hechos ocurrían en su mayor parte en una
casa particular, para la segunda entrega George Romero, tras mucho
pensar, acabó escogiendo un centro comercial como escenario principal
después de una visita a uno de ellos para realizar unas compras con su
señora esposa. Es evidente que aquí trató de ofrecer una nueva vuelta de
tuerca y lo consiguió, magnificando desde el entorno hasta los
personajes pasando por el componente político. Con “zombie” se asentaron
todos los cánones que marcarían la historia de un género que estaba por
venir y sería explotado hasta la saciedad, para caer después en el más
absoluto olvido y posteriormente resurgir con fuerza, pues hace unos
cuantos años que vienen estando de moda otra vez nuestros amigos
putrefactos; no ya sólo en el cine sino también en la literatura,
videojuegos y series.
Y si nos lanzamos de cabeza a la piscina, la trama nos cuenta lo siguiente:
No
se sabe cómo, ni porqué, pero los muertos están volviendo a la vida. Se
habla de contagios infecciosos por mordidas de unos seres que no están
vivos pero se mantienen en una especie de estado consciente en el que
les mueve su instinto más primario, la necesidad de alimentarse. El
mundo entero está sucumbiendo a estos hechos sin poder hacer nada para
evitarlo, los expertos y los comités de sabios que se hallan parapetados
en ocultas fortificaciones tienen teorías y protocolos de actuación muy
diversos y de índole absolutamente contraria.
Por
un lado, tenemos a los que sostienen la teoría de la eliminación de los
no muertos de forma inminente mientras aún no sea demasiado tarde, y
en contrapartida están los que defienden que incluso se debería
alimentar a los zombies. Como podéis ver, son los reflejos puramente
realistas de una sociedad llevada al límite y superada por las
circunstancias.
En
medio de todo este embrollo se encuentran Peter (Ken Foree) y Roger
(Scott H. Reiniger) que son dos miembros de una unidad de fuerzas
especiales de la policía americana. Se han conocido en un asalto a un
bloque de edificios de los suburbios, plagado de zombies por todas
partes.
Roger
ofrece a Peter la posibilidad de marcharse de la ciudad mediante un
amigo suyo que es piloto de helicópteros, a lo que Peter acepta sin
titubear. Así pues, se escapan junto con el piloto, de nombre Stephen
(David Emge) y su parienta, una rubita que por la época estaba de muy
buen ver llamada Francine (Gaylenn Ross). El cuarteto se desplaza a la
deriva por los aires hasta que llegan al tejado de un inmenso centro
comercial y deciden establecerse allí para explotar las enormes
capacidades de supervivencia que el edificio les ofrece.
Evidentemente,
aquel exagerado y mamotrético centro comercial está lleno de zombies
hasta la bandera, así que tendrán que asegurar todos los accesos y
después eliminar a los caminantes que pululan en su interior. Aquí
podremos observar más de cerca a los zombies y su forma de actuar, su
comportamiento errático que se escapa a todo razonamiento comprensible y
que en el fondo no es más que un reflejo residual de una serie de
conductas rutinarias de las que eran partícipes en su estado de vida
anterior.
Y
lo cierto es que esa relativa paz y seguridad les dura poco tiempo,
aunque a priori parezca que se va a ver comprometida por las hordas de
engendros podridos que asedian el lugar, lo cierto es que nada más lejos
de la realidad. En concreto será una banda de saqueadores profesionales
cabalgando en sus motocicletas, que aunque no se deja ver a las claras a
mí me da la impresión de que se trata de Hell Angels en toda regla.
Los
moteros irrumpirán en el centro comercial llevándose todo lo que puedan
por delante, poniendo en serio peligro la estabilidad que Peter y
compañía se han ganado por sus propios medios con ingentes cantidades de
esfuerzo, y obligándoles a emprender de nuevo una huída... si es que
logran sobrevivir, obviamente.
Es
innegable que las películas de zombies han sufrido una brutal evolución
técnica en todos estos años, tanto en maquillajes como en efectos
especiales; pero ésta fue la primera en plantear un horror y una
sensación de abandono y claustrofobia tan depurada. George Romero
también supo proporcionar ciertos guiños y toques de humor
extremadamente estudiados (el detalle del zombie Hare Krishna, por
ejemplo) en medio de una acción sin tregua y un ritmo endiablado. Y ya
que hablamos de ritmo, no está de más comentar que existen varias
versiones de Zombie, algunas con más minutos y otras con muchas escenas
cortadas que hace que algunos momentos no se entiendan del todo. Son 115
minutos en la versión europea, mientras que la americana ofrece 125
(largo eh, para tratarse de una peli de muertos vivientes) y hasta hay
un montaje del director que dura.. 140 minutos!! de estos datos no tenía
noticia, hasta que consulté el blog de mi amigo Raúl Cifuentes
(horrorelhorror.blogspot.com) a quien considero uno de los mejores
críticos de cine de terror fantástico que hay en nuestro país ahora
mismo y recomiendo que visitéis su blog como mínimo un par de veces a la
semana.
En
el apartado de las interpretaciones podemos hablar de actores de gran
calidad, sobre todo Ken Foree en su papel de Peter. Encarna a un líder
carismático, de sangre fría, sabe cómo actuar y anticiparse a las
jugadas, no tiene pánico a los zombies pero tampoco los subestima...
desde luego es una pena que Foree no saliera de la serie B en su puta
vida, porque actúa muchísimo mejor que la mayoría de protagonistas de
películas de ·”terror” de hoy día. Antes de que se me olvide, también
podemos verle en el remake de 2004 de esta misma cinta, haciendo de tele
predicador y repitiendo una de las frases que hicieron famosa a
“Zombie”: cuando en el infierno ya no queda sitio, los muertos salen de
sus tumbas y vuelven a la tierra...”
La
banda sonora es sin duda otro de los puntos fuertes del film, los
italianos Goblin, colaboradores habituales de Dario Argento (quien
también estuvo rondando por la peli, y que después aprovecharía el tirón
con su secuela bastarda italiana que se tituló sin pudor “Zombie 2”)
fueron los encargados de aportar su música y como siempre, encaja con
las imágenes fantásticamente. Aunque tengo entendido que en la versión
americana Romero dejó de lado la banda sonora de los paninis y la
sustituyó por otra... una pena, sin duda.
Si
nos detenemos a examinar los efectos especiales, encontraremos geniales
y macarras desmembramientos donde destaca una sangre color rojo
brillante, por cortesía del tremendo Tom Savini quien por cierto se
interpreta a sí mismo en un rol de saqueador motero hijo de puta que
demuestra que también podía desenvolverse con soltura en un cuadro
interpretativo.
Como
anécdota curiosa, decir que el film se rodó en su mayor parte en un
centro comercial llamado Monroeville Mall situado en Pittsburg, y que se
mantuvo operativo y abierto al público a lo largo de todo el rodaje. El
equipo comenzaba a trabajar a las 10 de la noche cuando cerraban
puertas, hasta que abrían a las 6 de la mañana; y las escenas que
transcurrían de día fueron rodadas en domingo. Según leí en una
entrevista una vez, les pilló por el medio la época de navidad y tenían
que darse el currazo de quitar todos los elementos decorativos propios
de dichas festividades, para después volverlos a colocar antes de que
llegaran clientes a realizar sus compras matutinas.
Para
acabar esta mega review, no me podía dejar en el tintero las cifras que
giraban en torno a la película. Zombie costó 1.500.000 $ y terminó
recaudando en todo el mundo... 55.000.000 de dólares!! si tenemos en
cuenta que no dejaba de ser una serie B con poquitos medios, y que por
la época había mastodontes como Tiburón que duplicaban el presupuesto de
esta exponencialmente... pues podemos hablar de todo un triunfo.
Para
todos los que vais de sibaritas y entendidos del género, si no habéis
visto Zombie y las demás de la saga, vuestra opinión para mí no vale un
cojón de mono; estoy harto de leer por ahí que si es chapucera, los
zombies con el jeto azul están anticuados y provocan poco impacto...iros
a cagar. Aun con sus fallos (que los tiene, por supuesto) esta es una
película sobresaliente, y objetivo del primer 10 en los tres meses de
vida que tiene mi blog. Sobre todo porque nos hace pensar que hay que
temer más a los vivos que a los muertos, y que el peor enemigo del ser
humano es precisamente... el ser humano.
Podéis correr, podéis gritar, podéis aullar... pero no podréis escapar.
NOTA 10/10
La película hay que valorarla en la época en la que fue estrenada,y por aquel entonces Zombie era algo que jamás se había visto.La gente que la pone de vuelta y media es la misma que si viera "La Mosca" de 1958,diría que es una basura por que los efectos son de risa, y que prefieren bodrios prefabricados como "Abraham Lincoln Cazador de Vampiros" o "La Noche más oscura".
ResponderEliminarAl margen de todo esto muy buen repaso a esta segunda parte de la trilogía.
¡¡¡¡Mi película de zombies favorita!!!!! Sin más.
ResponderEliminarTotamente de acuerdo contigo Horrorfanatico, además mi viejo me contó que la vio en el cine, en un permiso mientras hacía el servicio militar, y se acordó durante años de la escena del destornillador en la oreja... Ahí coincidimos Raúl, mi favorita y como digo en la review, para mí lamejor que se ha hecho del tema.
ResponderEliminarUna review excelente, gracias por el aviso en Twitter. Es mi pelo favorita de todos los tiempos, sin duda alguna. En Facebook comenté la influencia de "Dawn of the Dead" en el subgénero zombi, ya que cosinderó su aportación muy superior a la de "Night of the Living Dead". Es cierto que en el primer film de Romero, nos presenta el zombie canibal, pero finalmente el ser humano termina por imponerse, e incluso termina humillando a al zombi; por contra es en "Dawn of the Dead" donde Romero introduce el apocalipsis, el declive de la socidedad y la civilización humana, sometida a partir de entonces al horror del monstruo, y que ahora va asociado a cualquier material de género Z. Enhorabuena por la review, es excelente.
ResponderEliminarUn fuerte abrazo,
David Pardo (autor de Pueblo de Sombras y DEGENERACIÓN)
Grandísimo aporte David!! espero verte por aquí a menudo con comentarios como éstos. Mi blog es tu blog, un abrazo!!
ResponderEliminarMuy buena película.
ResponderEliminarAunque superada en todo por su remake de zack snyder. La cual considero la mejor de toda la historia zombie!!
Buena película de zombies, sí señor. Comparto todo lo que dices (como no podría ser de otra manera) sobre el trasfondo de crítica al sistema, las calidad de las interpretaciones (en particular de John Correo, coincido) y la banda sonora excepcional. Se agradece el review (como tú dices) pero, francamente y con cariño, aporta poco. La anécdota de cómo conociste la peli, sin embargo, es muy divertida. Un saludo desde Donostia.
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