DE CINE: LA ULTIMA CASA A LA IZQUIERDA

   
Año: 1972
País: USA
Duración: 80 min
Director: Wes Craven 
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                                       ARGUMENTO
Dos adolescentes, Mari y Phylis, quieren celebrar un cumpleaños acudiendo a un concierto de su grupo preferido, Bloodlust. Pero antes que lleguen a la gran ciudad, son raptadas por un trío de maníacos.
                                       COMENTARIO
Otra de esas películas de Craven consideradas de culto y que para mí está sobrevaloradísima. Aunque Wes apuntaba maneras en éste lanzamiento, y en su momento consiguiera cierto grado de atención, esta peli acusa fallos garrafales que le restan puntos a un resultado que podía haber sido de notable.

Argumentalmente no está mal, se trata de dos chicas llamadas Mari y Phylis que hacen un viaje a la ciudad para asistir a un concierto. Antes de llegar al evento les apetece fumar algo de hierba, así que dispuestas a pillar le entran a un chaval que se encuentran por la calle.
El chico resulta ser Junior, hijo ilegítimo de Krug (joder Craven, cómo te gusta el nombrecico), un delincuente muy peligroso recién fugado de la cárcel. Junior conduce a las engañadas muchachas hasta el cubil de Krug, que además está acompañado por un compañero de fechorías apodado “Comadreja” y por Sadie, la zumbada que termina de ponerle el tono femenino al conjunto criminal.

El particular trío de sádicos somete a las chicas a todo tipo de vejaciones, incluso llega a violar a una en presencia de la otra. Llegado un momento tienen que salir del estado, y emprenden un viaje por carretera hasta que el vehículo se les jode y les deja tirados en una zona boscosa en mitad de ninguna parte.
Internados en la espesura del follaje, ahí es donde llevan a cabo una serie de juegos macabros con Mari y Phylis, incluyendo ordenar a una que pegue a la otra, obligarlas a mearse encima... así hasta que llega el inevitable desenlace y las terminan matando. A la hora de proseguir el viaje deciden pedir ayuda y cobijo en una casa, pero lo que no saben es que han ido a parar al hogar de Mari, una de las dos chicas que han matado, y sus padres decidirán tomarse la justicia por su mano de la forma más violenta posible...


Creo que la idea podría haber dado mucho más de sí. Podríamos hablar de un pequeño clásico si no fuera porque está muy mal montada y además ha quedado desfasadísima. Se tendría que haber rodado con algo más de seriedad, porque por ejemplo después de alguna escena gore y sórdida siempre hay gags medianamente cómicos o que intentan transmitir humor negro y lo que consiguen es descolocar al espectador y no hacer ni puta gracia.
Aunque el apartado más nefasto se lo lleva la música sin ningún género de duda. Wes, hermoso mío ¿qué estabas pensando? ¿qué clase de banda sonora es ésta?, no entiendo eso de alternar escenas violentas con música feliz, desluce muchísimo el conjunto. Le concedo el aprobado sólo porque hay una escena en la que se nos muestra una de las castraciones más brutales de la historia del cine, que hasta se disfruta y todo.
“La última casa a la izquierda” solo la recomiendo para fans incondicionales de Craven o nostálgicos de la década de los ‘70s. Si buscas acción, terror o gore pasa de ésta peli.
NOTA 5’5/10