sábado, 25 de mayo de 2013

DE CINE: MARTYRS (PASCAL LAUGER, 2008)


Año: 2008
País: Francia
Duración: 97 min
Director: Pascal Laugier
Ficha Completa AQUÍ


ARGUMENTO
Francia. Una noche a comienzos de 1970. Lucie, una niña perdida hace un año, es descubierta andando por una carretera. Está en un estado catatónico y es incapaz de decir nada de lo que le ha sucedido. Los policías no tardarán en encontrar el lugar donde ha estado presa: un antiguo matadero... ¿Qué pasó en aquel lugar? ¿Cómo consiguió la chica escapar?


COMENTARIO
Aquí tenemos Martyrs, una de las películas de cine extremo francés de los últimos años que más ha dado de qué hablar. Al igual que “A serbian film”, que la comenté hace relativamente poco, en el momento de su estreno estuvo rodeada de polémica por su dureza y brutalidad; aunque en este caso considero más que merecida toda la fama recogida.
Martyrs es uno de los films estandarte del movimiento denominado como “Nouvelle Horreur Vague”, y si no es la mejor de todo el conjunto, poco le falta. Muy pocas películas han logrado dejarme con un nudo en el estómago y la garganta, tratando de asimilar lo que había acabado de ver, y este segundo trabajo de Pascal Laugier es de los que te dan dos mil patadas psicológicas, te tragan y regurgitan varias veces a lo largo del metraje.

Vaya por delante que este no es un film gore al uso. No, al menos, como estamos acostumbrados a ver en todos los productos del palo que provienen de La France. Esto trata de una chica, Lucie, que escapa de sus captores que la estaban torturando y termina en un centro de acogida, donde se hace amiga inseparable de Anna, quien trata de echarle un cable con todas las secuelas que le han quedado.
Años después, Lucie consigue ubicar la casa de sus captores y allí se presenta, escopeta en mano, para reclamar venganza y justicia; ayudada por su ad latere Anna.
Lo primero de todo que hay que resaltar es que este film se puede analizar por segmentos. La habilidad de Laugier para dar giros argumentales increíbles no ya sin que decaiga el interés, sino además aumentando la tensión es digna de todos los elogios posibles. Y el cambio de rumbo de la historia es algo que no pasa ni una vez ni dos, sino hasta tres veces; siendo la primera parte toda una locura de cámaras ágiles y hasta algún monstruo por ahí, y la última parte cuenta unos hechos de forma que no había visto anteriormente en ninguna película.
Martyrs constituye el vivo ejemplo de que el gore y el terror no tienen porqué ser gratuitos, y encerrar dentro de su violencia todo un trasfondo ético y moral para quien sepa leer entre líneas.

Porque lo que en un principio se insinúa como otra historia más de torturas y venganzas, acaba llevándonos por unos derroteros que nada tienen que ver, desvelando detalles poco a poco, para alcanzar un clímax que nos deja con la boca abierta.
También mencionar la ausencia de colores vivos en la fotografía, se apuesta más por tirar de tonos grises que aportan un plus jodidamente lúgubre al conjunto, generando mal rollo e incomodidad a partes iguales; y una banda sonora que destaca por su simpleza y efectividad.
Desde aquí os digo con franqueza que, si no conocéis la cantera de cine extremo francés, os estáis perdiendo el cine más cañero en el campo del terror que se está haciendo ahora mismo. La “Nouvelle Horreur Vague” se caracteriza sobre todo por crear un horror en el que no hay elementos sobrenaturales, ni entes venidos del más allá; el ser humano como tal es lo más temible que hay sobre la tierra... y eso, amigos, es lo que más acojona de todo.
Resumiendo: si eres sensible o aprehensivo, esto no es para tí; y si eres un tío curtido en mil batallas, no te vas a librar del mal cuerpo y el desasosiego de Martyrs. Que no te la cuenten!!
NOTA: 9/10

jueves, 23 de mayo de 2013

DE CINE: STITCHES (Conor McMahon, 2012)



Año: 2012
País: Irlanda
Duración: 86 min
Director: Conor McMahon
Ficha completa AQUÍ


ARGUMENTO
¿Cuándo se darán cuenta los padres de que contratar a un payaso para el cumpleaños de sus hijos siempre trae problemas? Miren, por ejemplo, a John Wayne Gacy... En esta película, sin embargo, el perjudicado es el propio clown, un pobre hombre con el alias artístico de “Stitches”, que no saldrá con vida de la gamberrada que le han preparado Tom y sus amigos. Seis años después, Tom es ya un adolescente a punto de cumplir los dieciséis, y tanto él como sus amigos siguen gustando de celebrar los aniversarios a lo grande. Lo que no saben es que el bueno de Stitches regresará de la tumba para ajustarles las cuentas...


COMENTARIO
“Pues otra peli de payasos” pensaba el menda, cuando se enteró de la existencia de esta Stitches. Ya sabemos de sobra que el fenómeno de los payasos en el cine está más que reflejado y explotado hasta la saciedad, con mayor o menor acierto; si además se trata de un slasher y con toques de comedia terrorífica... tenemos unos ingredientes más que vistos por todo el mundo, donde resulta muy difícil sorprender al espectador habitual de productos de ésta índole.
Partiré de la base de que conozco muy poco el cine de Irlanda, de dónde proviene este film, así que iba completamente a ciegas y sin paños calientes os puedo decir mi conclusión: me he entretenido muchísimo, me he descojonado vivo y me lo he pasado de lujo con Stitches; agradable sorpresa porque además desconocía totalmente el trabajo de todos los implicados, desde el director hasta el reparto.
¿Y quién coño es Stitches? os estaréis preguntando ahora mismo... Stitches es el clown con menos gracia que podáis ver en vuestra puta vida. Pendenciero, borracho, impuntual, vicioso, pervertido... todo adjetivo chungo que le queramos colgar se queda corto. Un buen día es contratado para amenizar la fiesta de cumpleaños de Tom, y como los chavales se aburren soberanamente ante los apáticos trucos de Stitches idean una travesura que acarreará funestas consecuencias: algo tan inocente como atar entre sí los cordones de los zapatos del payaso para que este se caiga termina con la muerte del pobre animador infantil.
Ya en plena edad del pavo, siendo un saco de hormonas, Tom invita a sus amigos de la infancia a una fiesta de cumpleaños donde en vez de globos alargados hay alcohol, y el chocolate que circulará por el evento no es precisamente del que se come. Y de la tumba volverá Stitches, deseoso de venganza y ajustar cuentas con aquellos adolescentes que le enviaron dos metros bajo tierra.

Siendo sinceros y francos, no es una peli que invente nada ni ofrezca algo que no hayamos visto antes, pero está muy bien rodada. Buena mezcla de humor negrísimo británico con muertes truculentas y geniales, y rebosante del Splatter más gamberro que hará las delicias de los fans del género. Divertidísima!!
NOTA: 7,5/10

martes, 14 de mayo de 2013

DE CINE: A SERBIAN FILM





Año: 2010
País: Serbia
Duración:104 min
Director: Srdjan Spasojevic
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ARGUMENTO
Milo, una estrella del porno ya retirada que vive con su mujer y su hijo, está pasando por apuros económicos. Una cita con una antigua compañera de rodaje, la pornostar Layla, le presenta la oportunidad de trabajar con un tipo llamado Vukmir en su nueva película de porno experimental. Milos acaba aceptando sin saber exactamente lo que va a rodar y acaba sumergido en una tormenta de depravación violencia, snuff, pedofilia, y drogas que lo dejan en un abismo de locura...

COMENTARIO
Damas y caballeros, niños y niñas, ya estoy de vuelta después de un largo tiempo sin actualizar para traeros el análisis de otra película, polémica como pocas, aun a riesgo de que me lancéis piedras (virtuales, eso sí) porque no me pienso cortar un duro comentando la movida.
“A Serbian film” es un film del que no pude disfrutar en Sitges el año correspondiente, porque sólo la llegaron a proyectar un día de los tres pases que había previstos. Se lió un revuelo de la hostia alrededor de la proyección de los cojones, que si era demasiado desagradable, que si incluía vejaciones y torturas infantiles... hasta el máximo responsable del festival tuvo que declarar en los juzgados porque al exhibirla atentó contra no se qué delito que impide que aparezcan niños en este tipo de producciones. Total, toda una serie de desavenencias que, como siempre, contribuyeron a elevar el status de la obra a ser casi una “película de culto”, y que en opinión de un servidor, dista mucho de la realidad.
Cierto es que en el argumento se encuentran algunos fallos narrativos que, si eres mínimamente observador, te dejarán un tanto a cuadros, aunque lo peor sin duda es la segunda mitad de la cinta. Esperad, esperad, vamos al principio, que me enrollo...


Se trata de Milos, un actor porno retirado que está pasando por algunas dificultades económicas, tal como reza la sinopsis. No se muy bien de qué dificultades estamos hablando cuando vive con su esposa y su hijo en una PEDAZO DE CASA QUE TE CAGAS y no parece faltarle de nada. No sé a qué tren de vida estarán acostumbrados los actores porno serbios retirados, pero visto desde mi pequeño apartamento de 35 m2 desde luego que no parece para tanto el problema. Un buen día se pone en contacto con Milos una ex compañera de faena, una guarrilla llamada Layla que le propondrá un último trabajo al que no podrá negarse.
Resulta que un tal Vukmir quiere romper fronteras dentro del porno más experimental y para eso necesita echar mano de Milos, por ser el único capaz de humillar al máximo a las mujeres, tratarlas como putas y romperles el ojete sin dejar ni un segundo de mantener la erección. Así que Milos acepta la suculenta suma de dinero que le han ofrecido por lo que él piensa que se tratará de dilatar unos cuantos anos y medio centenar de bofetadas, aunque acabará metido en una vorágine de depravación, locura y perversiones sexuales que pondrán a prueba no ya sólo la estabilidad de su miembro, sino también su estabilidad mental e incluso su vida.

Hasta aquí, psá, bien. La primera media hora de metraje no contiene nada especialmente interesante y que enganche, y el resto se diluye entre tanta verborrea innecesaria y filosofía barata de los conceptos del “arte”, que me aburrieron soporíferamente hasta que saltaron los títulos de crédito. Qué queréis que os diga, me parece un mierdón mastodontino que no hay por donde “meterle mano” (jaja, qué gracioso soy...) fabricado ya con la idea preconcebida de generar polémica para obtener publicidad, para generar más polémica y obtener más publicidad... y así hasta el infinito.
Yo había leído de todo, que es una crítica a la sociedad actual, a la clase política en Serbia y no se cuantas gilipolleces más. Todo el mundo dice que moralmente es la película más arriesgada que se ha hecho, yo únicamente veo un truño malísimo, que ni siquiera es honesta, ni tiene una trama homogénea, no goza de buenas actuaciones y cuyo único cometido parece ser ofrecer morbo barato disfrazado de algo profundo.

Lo único que se salva es la fotografía, cosa que acentúa algo más la nota que voy a ponerle, porque sin ser maravillosa si que llega a parecer resultona.
Con ésta “A Serbian film” nos ponemos delante de la peli más censurada en todo el mundo en los últimos 15 años, pero que no os engañen, porque simplemente se trata de la enésima película polémica.
NOTA: 2/10



martes, 7 de mayo de 2013

DE CINE: ALTA TENSIÓN (HAUTE TENSION, 2003)








Año: 2003
País: Francia

Duración: 90 min
Director: Alexandre Aja
Ficha completa AQUÍ

ARGUMENTO
Marie, una joven de 20 años, es invitada a pasar unos días en la casa de los padres de su mejor amiga. Allí, en una granja aislada, rodeada de campos de maiz, Marie y su amiga piensan encontrar la tranquilidad necesaria para estudiar. Pero no será más que una ilusión; la primera noche llega a la casa una furgoneta conducida por un implacable asesino que masacra uno por uno a los miembros de la familia. Marie decide actuar para salvar a su amiga. Empieza un trepidante duelo entre ella y el asesino.
COMENTARIO
Saludos enfermos y enfermas, bienvenidos a la que será una de las últimas reviews escritas de este blog. Llevo ya una temporada planteándome cambiar de formato, y lo estoy disponiendo todo para que las reseñas sean en vídeo. Así pues, próximamente en vez de tochacos escritos encontraréis mi feo jerolo hablando capulladas por el youtube, comentando ésto, aquello y lo de más allá... estad atentos.
Yendo al grano, me gustaría comentar que la corona del mejor cine de terror y gore se encuentra actualmente muy lejos de Hollywood y los EEUU, hablo de nuestro país vecino, el de las baguettes, las boinas con rabico y los vinos de nombre impronunciable... Francia. Películas como La Horde, Frontiere(s), A l’interieur o Martyrs son toda una declaración de intenciones y una oda al metraje más cafre, salvaje, aterrador y divertido que podemos encontrar en el mercado del vídeo.
La gente ha pasado a denominar el movimiento como “Nouvelle Horreur Vague”, algo así como “Nueva Ola del Horror”, y el film encargado de abrir la veda es el objetivo de nuestro análisis de hoy, Alta tensión.

Personalmente, pienso que el cine francés ya había despuntado con aquella fabulosa “Irreversible” de Gaspar Noé un año antes, aunque Alta tensión fue la que recogió todos los motivos que caracterizan al movimiento y los puso sobre la mesa para deleite de los fanáticos del género.
Supuso la ópera prima de Alexandre Ajá, y aunque pasó desapercibida en un principio y supuso todo un hostión económico para el talentoso director, en las proyecciones de diversos festivales sí que llamó la atención, llegando a ganar tres merecidos premios en Sitges e incluso sirvió para que el mismo Wes Craven contactara con Ajá para proponerle dirigir el remake de “Las colinas tienen ojos”, debido a lo mucho que había flipado.
Realmente, Alta tensión es un film que hace honor a su título: tensión por un tubo desde el primer momento, sin respiro y sin concesiones. El planteamiento en sí es simple (y manido), dos jovencitas que van a casa de la familia de una de ellas, en mitad del campo, para alejarse del mundo moderno y concentrarse en sus estudios.


La primera noche en la casa, irrumpe un psicópata que se carga a toda la familia y secuestra a una de las chicas, lo que hará que su amiga persiga al asesino para tratar de salvarla de aquel loco. En un principio ya podemos imaginar el camino que tomará la historia: dos chicas a merced de una bestia y su retorcida mente, que tendrán que valerse por sí mismas si de verdad quieren salir con vida.
Alexandre Ajá nos brinda gran cantidad de momentos gore, fantásticamente hechos, que ciertamente no esperaba para nada cuando empecé a ver la peli. Indagando a posteriori, resulta que el encargado de los FX es ni más ni menos que el mítico Gianetto de Rossi, que metió el moco en clásicos como “Aquella casa al lado del cementerio”, “El más allá”, “Nueva York bajo el terror de los zombies”... así que con semejante currículum no es de extrañar tanta calidad.
Mencionar también la fotografía, súper cuidada y excelente, lejos de lo que estamos acostumbrados a ver en pelis de estas características. Y por supuesto las interpretaciones, ya que el peso argumental recae sobre tres escasos personajes muy bien construídos, en especial Cecile De France, que hace un papel muy realista.

Lo más criticado de todo es el final, que lo han tildado de tramposo, retorcido, inexplicable... y a mí me ha parecido de lo mejor de todo el metraje, dándonos una óptica totalmente diferente de los hechos. Alexandre Ajá hizo un slasher, con multitud de guiños a clásicos de los 70 y 80, pero queriendo desmarcarse de tópicos y buscando algo fresco y original; y os juro que lo consigue.
Alta tensión es de visionado obligado, máxime cuando porta el honor de haber sido la iniciadora de todo el fenómeno de terror francés. Mi consejo es que la veáis a ciegas, sin informaros mucho del argumento, y saquéis vuestras propias conclusiones.
NOTA: 8,5/10