sábado, 9 de febrero de 2013

DE CINE: MANIAC COP


Año: 1988
País: USA
Duración: 85 min
Director: William Lustig

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                                    ARGUMENTO
Un maníaco asesino comienza a asesinar policías en Nueva York. El principal sospechoso es Jack Forrest, un agente del cuerpo con fama de ser problemático. Sin embargo, cuando su superior, el teniente McCrae, es encontrado muerto Jack decide ocuparse del caso. Para ello cuenta con la ayuda de su novia y de otro agente que trabaja de incógnito. Entre tanto, alguien sigue asesinando a policías.

                                    COMENTARIO
Hoy vamos a dedicarle un más que merecido espacio a Maniac Cop, otra de esas pelis de los ‘80 que reúnen toda una serie de características que hicieron esa década un punto de referencia para todo amante del cine de terror, fantástico, serie B y demás productos de índole parecida.
Aquí podemos encontrar nombres conocidos dentro del género, el director no es otro que William Lustig, quien unos años antes dirigiera, entre otras cosas, aquel clásico slasher de nombre parecido al que hoy nos ocupa, “Maniac”, película de la que ya haremos una disección próximamente. Al guión tenemos a otro habitual llamado Larry Cohen, responsable de los argumentos de Estoy Vivo (It’s alive, 1974) o La sustancia maldita (The Stuff, 1985), además de haber colaborado en una serie de bodrios que es mejor no recordar... al menos, hasta que me dé por comentarlos.

Maniac Cop es una película que se mueve por varios subgéneros sin acabar de encasillarse en uno concreto, así pues podemos encontrar acción, terror, slasher o thriller policíaco conviviendo en armonía sobre un sólido lecho argumental. Copada de acción a lo largo del metraje, con un gran ritmo sin fisuras y bastante violenta; de hecho no se prodiga mucho en la presentación de los personajes y a los cinco minutos de peli ya hay un asesinato.
Como siempre, podréis leer todo tipo de reviews tildándola de mala, cutre, sobrevalorada... con esto de internet cualquiera (me incluyo) puede tener un blog y escribir lo que le apetezca, el problema son los putos iluminados que parecen no entender que ésto es una SERIE B, cine de bajo presupuesto que hay que ver desde otro punto de vista distinto a las superproducciones de Hollywood.
Poniéndonos en situación, nos trasladamos al oscuro y lúgubre Nueva York de finales de los ‘80, donde un policía está cometiendo una serie de asesinatos que hacen que el grueso de la población civil estalle de pánico. El agente Frank McCrae empezará una investigación meticulosa, que en un principio conducirá al problemático policía Jack Forrest y su pareja; pero más tarde el cerco se irá cerrando sobre el trágico caso del agente Matt Cordell.

Unos años atrás, Cordell era un policía que algunos tachaban de ejemplar e impecable. El problema vino de que, al ser tan tajante con el cumplimiento de las leyes, se pasó de rosca y acabó en prisión con algunos delincuentes muy jodidos que él mismo había encerrado. El alcalde de Nueva York y el capitán de la policía de la ciudad hicieron la vista gorda ante la situación, prácticamente condenando al recién encarcelado ex agente a una muerte horrible.
Las represalias contra Cordell no se hicieron esperar y, mientras se duchaba, un grupo de reclusos lo sorprendió y lo acuchilló con un ensañamiento brutal, provocándole daños cerebrales irreversibles y dejándole prácticamente muerto.
Ya en la camilla del forense, éste descubre que contra todo pronóstico y aunque parezca imposible, Matt Cordell acusa débiles constantes vitales, aunque sus heridas son tan graves que firma el certificado de defunción. Aunque ahí no acabará la cosa, porque Cordell no está muerto del todo y hará lo posible por vengarse del alcalde, el capitán de policía y todo el que se le ponga por delante.
Si exploramos un poco el ámbito interpretativo de la cinta, encontraremos un gran trabajo llevado a cabo por rostros familiares del género y la época. El papel de Frank lo encarna Tom Atkins, actor habitual de George Romero o John Carpenter, que ha aparecido en todo tipo de producciones del más diverso presupuesto, desde “El terror llama a su puerta” hasta “Arma letal” pasando por “Creepshow”. Es curioso como todo el mundo critica la “inexpresividad” de Atkins cuando yo más bien lo que veo es un semblante serio muy característico y que viene al pelo en una peli como ésta. Desde luego, me parece un tío muy metido en su papel en “Maniac Cop”, pero vaya... cuestión de gustos, supongo.

A estas alturas dudo mucho que alguien que lea mi blog o cualquier otro de la misma temática no conozca a Bruce Campbell, protagonista de la trilogía “Evil Dead” y que también era habitual de un director, en éste caso Sam Raimi. Campbell interpreta a Jack Forrest, co protagonista del film sobre el que planean todas las sospechas desde un principio; y debo decir que brinda una interpretación genial. Un pedazo de actor como la copa de un pino, confinado a los films casposos y que al igual que Ken Foree, pienso que merecía mucho más.
También tenemos a la genial Laurene Landon dando vida a Theresa Mallory, policía que está liada con Jack Forrest y le acompañará en toda la lucha contra el policía maníaco. Además de actuar bien está tremenda la niña, y aún a riesgo de que se me tache de machista, ya podría  haber enseñado una tetilla... o las dos, así el resultado final habría ganado enteros.
Hace veinticinco años el cine de bajo presupuesto tenía sus cosas buenas y sus cosas malas, pero sin duda era todo muy diferente a como se hace hoy en día. Ante la falta de fondos para efectos especiales, había que tirar del miedo a lo real y cotidiano y eso en Maniac Cop está bastante conseguido. Por un lado tenemos calles llenas de delincuentes y maleantes en las que puede ocurrir cualquier cosa, y por otro una fuerte crítica al cuerpo de policía y su modus operandi.

Me explico, los abusos de poder de los cuerpos de seguridad con respecto a la gente de a pie son una realidad patente y demostrada. A la inseguridad ciudadana hay que sumarle la brutalidad policial y su impunidad, y eso se recrea muy bien en la figura de Matt Cordell.
Cordell como asesino no inventa nada nuevo dentro del slasher, de hecho comparte una serie de puntos con los pesos pesados del género Mike Myers o Jason Vorhees, tales como: carencia de expresión, no habla, se mueve pausadamente, fuerza sobrehumana, tamaño descomunal, resistencia a los disparos o golpes de todo tipo... pero si os soy sincero, a mi me mola y me hace gracia; tal vez porque me encanta el slasher o porque me dan mucho asco los maderos. No lo sé.
Técnicamente tampoco es una maravilla, a destacar una fotografía sucia y densa que otorga un aire malsano y tétrico, acompañada de unas ambientaciones geniales y muy conseguidas; todo oscuro y frío y rodeado de personajes muy peligrosos.
En resumidas cuentas, Maniac Cop llegó en un momento tardío y eso quizá hace que no sea en demasía conocida a pesar de sus cualidades, aunque está injustamente olvidada y rara vez veo referencias hacia ella. Entretiene mucho, cumple lo que promete y si te gusta el slasher es un pequeño clásico que no te puedes perder. Por cierto, generó dos secuelas (y hay una cuarta parte en proceso) irregulares en calidad y en efectividad, pero que también vale la pena ver.

NOTA 8/10

2 comentarios:

  1. Un GRAN clásico de culto de los 80, amigo. Si que mola, si. Un saludo!!!

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  2. Como siempre, sabía que tú me entenderías. No se por qué la vapulean tanto, la verdad, cosas peores hemos visto a las que se tiene mejor estima... un abrazo, tío!!

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