lunes, 21 de enero de 2013

DE CINE: HISTORIA DE RICKY (STORY OF RICKY)


Año:1991
País:China
Duración: 91 min
Director: Ngai Kai Lam
 

Ficha completa AQUÍ

                                       ARGUMENTO
Basada en el manga Riki-Oh, la acción transcurre en el año 2002 cuando Ricky es enviado a una prisión futurista por equivocación. Allí, no puede controlar su ira ante el cruel trato que los presos reciben de Cobra, un malvado guardián cuyos compinches son los peores elementos de la prisión. Cuando Ricky empieza a investigar, sus amigos aparecen brutalmente apalizados y habiendo sido torturados hasta morir.

                                       COMENTARIO
Bueno, bueno... vamos que nos vamos. Ya tenía yo ganas de pararme a comentar ésta peli, y a tenor de una petición de mi amigo y compañero de fatigas fanzineras Dani Krudo (no se si te acordarás, pero aquí esta la review, tunante) ayer mismito después de cenar metí el dvd en el reproductor y brindé a mis ojos un festín de serie b, gore y bizarradas.
Hablar de la Historia de Ricky es hablar de otra de esas películas que nunca han tenido ningún reconocimiento y se han quedado en el más absoluto olvido, pasto de blogs cutres como el mío donde algún friki tenga a bien dedicarle algunas líneas.
Siempre lo comento, pero es que estoy completamente convencido de que cuando se trata de cine gore y casposo los asiáticos se llevan todos los galardones. La historia de Ricky nos mezcla el cine de artes marciales de tercera línea de videoclub con el gore más cafre, hipnótico y poco ortodoxo.
Si empezamos a mirar con algo de detenimiento, descubriremos un guión (basado en un manga que nunca llegó a nuestro país, por cierto) totalmente plagado de incoherencias narrativas; fallos que por supuesto no nos impedirán disfrutar de la peli como se merece ya que el gran pro que tiene es no tomarse muy en serio a sí misma. Está hecha para entretener y para que el espectador pase una hora y media partiéndose de risa sin parar, si buscas una facturación técnica de primera categoría ya te aviso de antemano de que esto no es para tí.
Así pues, la acción nos sitúa en una cárcel china en un futuro incierto, donde han enviado al joven Ricky Oh por un crimen que cometió por pura venganza. Ya desde el inicio podemos ver que es un tío duro, pues una radiografía nos muestra cinco balas alojadas en su cavidad torácica que no quiso que los médicos extrajeran porque “son recuerdos”, según sus propias palabras.
Resulta que la institución penitenciaria opera de una forma un tanto singular, hay cuatro alas independientes (norte, sur, este y oeste) y cada una es controlada por una especie de jefe, que son los que parten el bacalao en lo que a artes marciales se refiere. Estos, a su vez, rinden cuentas a otros dos personajes que están por encima de ellos en la jerarquía del talego, el alcaide de la prisión y su ayudante.
Como si de un videojuego arcade se tratase, Ricky los irá eliminando progresivamente hasta llegar al “jefe final”, el alcaide, figura que es capaz de sufrir transformaciones (y qué transformaciones, amigos) a voluntad con el fin de aumentar su fuerza para los combates.
Decir que Ricky es una persona con una fuerza sobrehumana es quedarse muy corto. Es más que hercúleo, capaz de arrancar cabezas o mandíbulas de un puñetazo, o incluso de sacar las tripas de un golpe a un gordo de 200 kg. Puede atravesar puertas de acero y barrotes tranquilamente, y también está capacitado para anudarse los tendones del brazo de un bocado y seguir peleando.
Los fallos de guión son la risa máxima, palabra. En una escena se puede ver al ayudante del alcaide con una foto de la novia de Ricky en la mano, diciéndole que hará que la lleven allí y pasará un rato agradable con ella; hecho que hará que el joven súper hombre estalle en cólera. Pero vamos a ver... ¿no se supone que está en el talego por vengar la muerte de su novia? ¿Por qué se enfada así ante una amenaza como aquella? ¿es que la van a desenterrar para follarse al cadáver? Que me maten si lo entiendo... como esta muchas cagadas más en una trama incoherente a la par que descojonante.
Las actuaciones y las coreografías de artes marciales son capítulo a parte. No hay nadie, ni uno, que se digne a brindar una interpretación medianamente correcta; todo está ultra sobre actuado y estereotipado, a destacar el personaje del hijo del alcaide por repelente y asqueroso gordo hijo de perra.
Por otra parte, las escenas de lucha son cutres pero molan, imaginad cualquier peli de hostias de bajo presupuesto que hubiera añadido a sus golpes grandes cantidades de gore y sangre por un tubo. Algo así como aparear “karate kimura” con “braindead” y añadir los fatalities de mortal kombat, y que el resultado encima sea tan cojonudo como para enorgullecerse del engendro.
Y ahora viene lo bueno. ¿Por qué le pongo un 8,5 a una película que tiene muchas más deficiencias que virtudes? Porque es exagerada, delirante y brutal, porque es una película única en su especie y porque coño, lo que da Ricky son hostias y no las de Chuck Norris. Eso precisamente la convierte en un film de absoluto culto y todo un clásico del gore. Sin duda, por más cosas que diga, nunca llegaré a describirla como merece; así que ya sabéis... vale más una imagen que mil palabras.
NOTA 8’5/10

4 comentarios:

  1. Oh, si!! Ooooh, si!!!

    Poco que añadir, solamente diré que tenemos que hacernos camisetas o algo para rendir culto de forma constante a semejante aberración del séptimo arte (y qué arte!).

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  2. Y el doblaje tambien es brutal, capitaneado por Marc Zanni (goku catalán), la putada es que no la encuentr original pero la tengo colgada en youtube http://www.youtube.com/watch?v=rgCvICpgtIw

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  3. Cierto que el doblaje es cojonudo!! si puedes, hazte con ella en dvd, que tiene una calidad brutal!!

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  4. Y el link de descarga donde está por favor es gore pero por alguna razón se parece al puño del norte claro que soy consciente que no es kenshiro

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