DE CINE: AL FINAL DE LA ESCALERA

Año: 1980
País: Canadá
Duración: 109 min
Director: Peter Medak
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                                                                                         ARGUMENTO 
Un compositor destrozado por una desgracia se muda a un antiguo caserón en donde ocurren cosas muy extrañas, visiones de muerte, acercamiento con el más allá... 
 
                                                               COMENTARIO
Sin lugar a dudas, estamos ante una de las mejores películas de terror de la historia del cine. Es más, es la mejor película sobre casas encantadas que se ha visto bajo el sol, cuyo argumento ha sido copiado en infinidad de ocasiones pero nunca igualado. Amenábar, por ejemplo, se refiere a “Al final de la escalera” como uno de sus films favoritos en el que se inspiró para crear algunas escenas de “Los otros”, película plagada de guiños al trabajo de Peter Medak.
George C. Scott encarna el papel de John Russell, compositor en horas bajas que acaba de recibir un duro golpe en la estabilidad de su vida al haber perdido a su esposa e hija en un trágico accidente de circulación. Para intentar superar el revés, decide mudarse de ciudad y se instala en una antigua mansión de inmensas proporciones en pos de una necesaria paz espiritual y así poder continuar con su trabajo.

 Ya instalado en su nuevo hogar, no tarda en aparecer una presencia que, aunque a priori parezca que quiere alejarlo de allí, lo único que busca es llamar su atención e intenta comunicarse desesperadamente con él. Primero, mediante unos golpes rítmicos que aparecen todos los días a la misma hora en intervalos regulares y luego guiandolo hasta una habitación oculta en la casa que fue, décadas atrás, el cuarto de un niño pequeño. A través de una sesión de espiritismo llevada a cabo por una médium descubre que se trata de Joseph Carmichael, un niño muerto en aquel lugar en extrañas circunstancias cuya alma no puede descansar en paz.John comienza a tirar de la madeja para ir desentrañando una historia fascinante llena de asesinatos y encubrimientos; frenado por gente importante envuelta en los hechos que no quiere que la verdad, cualquiera que sea, salga a la luz.

Este es un film con un argumento absolutamente apasionante. No necesita muertes ampulosas ni efectos especiales de última generación para provocar auténtico terror al espectador, sólo una trama con una tensión que va in crescendo durante todo el metraje y que nos deja pegados a la pantalla para no perder ningún detalle.El reparto consta de muy pocos actores, destacando entre ellos el trabajo de un soberbio George C. Scott (primer actor de la historia en RECHAZAR UN OSCAR), en el que recae todo el grueso de la historia y que nutre su caracterización de un comportamiento totalmente real y creíble.

 

La ambientación también es merecedora de elogios, una casa antigua y gigantesca llena de rincones oscuros y un entorno que conforma un caldo de cultivo perfecto para causar ese buscado (y conseguido) suspense.
“Al final de la escalera” es una película que se ha ganado a pulso el título de clásico atemporal, porque ha soportado muy dignamente el paso de las tres décadas sucedidas desde que salió al mercado y que no merece caer en el olvido y ser obviada por los fans del género.
 NOTA: 9’5/10
 
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