Año: 1992
País: USA
Duración: 91 min
Director: Mick Garris
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ARGUMENTO
Charles Brady y su madre, Mary, son los últimos de una raza mortal cuyas necesidades no pertenecen a este mundo. Son sonámbulos, capaces de permanecer vivos a costa de alimentarse con la fuerza vital de jóvenes vírgenes. Capaces de cambiar su aspecto físico, están destinados a vagar por la tierra escapando de ser descubiertos y siempre en busca de su próxima víctima.
COMENTARIO
Me esperaba mucho más de ésta película. En el fondo no vaticinaba un gran resultado, porque Garris ha sido el director que más adaptaciones de king ha llevado a la pantalla (y más buenas historias a destrozado) y aquí lo que ha parido es algo mediocre con un tufillo a telefilm de después de comer.
Nos centramos en Mary y su hijo Charles, los últimos de una especie un poco especial, porque no son ni vampiros, ni hombres lobo... son sonámbulos, una especie de ser humano-felino cuyo enemigo natural, paradójicamente, son los gatos. Por si fuera poco, su relación es incestuosa y se alimentan de sangre de mujeres vírgenes; que me gustaría ver a estos en la Barcelona de 2012 buscando féminas inmaculadas... Iban a pasar más hambre que el tamagochi de un sordo. La singular pareja va de pueblo en pueblo tratando de alimentarse con todos los problemas que eso conlleva, porque cuando van dejando un cerco de cadáveres y las miras se van cerrando más en torno a ellos tienen que recoger el chiringuito, plegar y a buscar papeo en otra parte.
En ésta ocasión Charles parece sentir cierto amor por Tania, la víctima potencialmente pura que encuentra en su nuevo asentamiento, y aunque a priori parezca que se va a enfrentar a su madre para protegerla, no tarda en vérsele el plumero e intenta jalársela en cuanto tiene oportunidad.
Las actuaciones son pasables, destacando a una Mädchen Amick en el papel de virgen histriónica que no para de morderse el labio y de gesticular con la cara y a la sudafricana Alice Krige que hace de madre sobreprotectora dispuesta a todo para que su hijito tenga un himen que paladear.
Por si fuera poco estos sonámbulos (que no se por qué coño se llaman así, porque no lo son) además de ser un par de degenerados tienen la habilidad de hacerse invisibles, y no ya sólo ellos, sino su coche también desaparece y cambia de modelo. Este King, que mente más retorcida ha tenido siempre...
Los efectos especiales tampoco son lo mejor precisamente, muestran un singular parecido con los de aquella peli de vampiros de Tarantino pero mucho más cutres y dos décadas después no se ven gran cosa.
La única cosa que se puede salvar, a parte de la banda sonora, es un asesinato por la espalda a un agente de policía con...¡una mazorca de maíz! Sí señor, ni cuchilladas ni hostias, con una buena hortaliza es suficiente.
No me extenderé más, Sonámbulos es una peli lenta, aburrida y olvidable.
NOTA: 2/10
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