lunes, 5 de noviembre de 2012

DE CINE: EL LEGADO DEL DIABLO

Año: 1981
País: USA
Duración: 89 min
Director: Eric Weston
Ficha completa aquí

La década de los ochenta fue muy prolífica en lo que a cine de bajo presupuesto se refiere,
llegando a dejarnos una innumerable cantidad de joyas que servidor disfruta como un
enano desenterrando, analizando y catalogando. “El legado del diablo” es una pequeña
gema que tuvo la desgracia de contar con demasiados competidores en aquella época, por
lo que fue eclipsada y enviada directamente al olvido; desde donde de vez en cuando algún
perturbado como yo la rescataba del video club y se la llevaba a su casa en VHS. Pero basta de
disertaciones, pongámonos en situación…
Stanley Coopersmith es un pobre huérfano que vive en una academia militar; es débil, sensible
y no tiene a nadie en el mundo. Como os podréis imaginar, es blanco y objeto de toda clase de
burlas y putadas a cada cual más cruel y despiadada. Sólo tiene un amigo que saque la cara por
él frente a los acosadores, pero es incapaz de frenar los abusos que parecen crecer sin control.
Si podéis pensar en un cruce entre Carrie, el Recluta Patoso, unos retazos de “El cortador
de césped” y la mayor cara de pardillo imbécil que hayáis visto en la vida, tendréis a Stanley
Coopersmith.
En un castigo impuesto por un profesor se le encomienda la limpieza del sótano de la
academia, y ahí encuentra algo que no se espera: un cuarto en plan mazmorra lleno de libros
de magia negra, invocaciones y cosas por el estilo. Descubre que los textos pertenecen a
Esteban, un monje satánico expulsado de la iglesia española de la edad media, y empiezan
a comunicarse de una forma un tanto… peculiar. ¿Ouija? ¿Espiritismo? ¿Apariciones? No,
mucho mejor que eso. Se comunican a través de… ¡¡un Commodore 64!! Uno de los primeros
ordenadores domésticos de la historia. ¿Imagináis lo que hubiera hecho el pobre Coopersmith
con un iphone, una Tablet o un Samsung Galaxy? Esto pide a gritos un remake… la cuestión es
que firma un pacto satánico con Esteban para que le ayude a vengarse de sus compañeros de
clase que tanto le han jodido la vida, el monje resurge y comienza la acción.
Lo cierto es que se nota que está filmada con cuatro duros, pero con estilo, y aunque tiene
sus influencias no se ve una copia descarada o un refrito de otras pelis. A pesar de contar con
actuaciones en su mayoría mediocres, contiene bastante gore, muertes originales, buenos
maquillajes y efectos especiales; además de tener uno de los finales más apoteósicos de la
historia de la serie b.
Si en su día no la viste, o no la recuerdas, o no la conocías… saca tu pala y desentierra este fósil
del olvido.

NOTA: 7/10

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