Año: 2004
País: Reino Unido, Francia, EEUU
Duración: 99 min
Director: Edgar Wright
Ficha completa aquí
Divertidísima. Descacharrante. Desternillante. Con estas tres palabras se resume “Zombies party”, película inglesa que es todo un soplo de aire fresco a un género asfixiado por los tópicos en el que la originalidad ha brillado por su ausencia en las dos últimas décadas.
El argumento gira en torno a Shaun, un tipo que ronda la treintena y cuya vida es un desastre. Su trabajo es una mierda, pasa totalmente de su vieja, no se preocupa por su novia y es incapaz de afrontar la vida desde el prisma de un adulto. Para colmo, tiene acoplado en su casa a su mejor amigo, el tío mas cerdo y vago que te puedes echar a la cara, con el que pasa casi todo el tiempo libre en “The Winchester”, un pub local.
"abre fácil... los cojones!!"
No importa cómo, ni porqué, pero las calles se están infestando de seres lentos, semi podridos engendros ávidos de carne humana sin que nadie conozca el origen y el motivo.
Shaun pasa una buena parte del comienzo de la llegada de los zombies sin coscarse de nada, parece ser que es incapaz de hacer distinciones entre vivos y muertos, su despiste es tal que llega a hacer la compra rodeado de cadáveres andantes y ni siquiera se entera. Cuando por fin reacciona, empieza a probar formas de defensa frente a los cadáveres, llegando hasta atacarlos con... discos de vinilo!! Sencillamente genial.
"a ver, ¿dónde están los de reggaeton?"
Al ser plenamente consciente de las dimensiones de la catástrofe, y enarbolando un palo de cricket como arma, decide coger la vida por las riendas e ir a por mamá y la parienta y ponerlas a buen recaudo; y en el transcurso de todo eso vive un sin fin de situaciones absolutamente descojonantes.
Las cámaras son rápidas y vertiginosas, la fotografía tanto en interiores como en exteriores es una pasada, y el humor inglés... o lo amas o lo odias, pero te aseguro que no te quedarás indiferente.
NOTA: 8/10
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