miércoles, 28 de noviembre de 2012

DE CINE: EL CLUB DEL SUICIDIO

Año: 2002
País: Japón
Duración: 99 min
Director: Sion Sono
 
Ficha completa AQUÍ

                                                                    ARGUMENTO
54 chicas se tiran a las vías del tren. Este suceso es sólo el principio de una serie de suicidios en cadena que se extiende por todo Japón. ¿Tendrá algo que ver el nuevo grupo musical Desert? El detective Kuroda intentará encontrar la respuesta, que no será tan sencilla como él desearía... 
                                                                   
                                                                    COMENTARIO 
 Hoy vamos a profundizar un poco dentro del enorme cenagal que es el cine asiático, más concretamente desde el país más freak, enfermizo y retorcido del mundo: Japón. Aunque los koreanos y los chinos no anden a la zaga, son los nipones los que sin ningún género de duda se llevan el galardón de hacer las películas más extrañas portando, no sin cierto orgullo, el bizarrismo por estandarte.
El club del suicidio. ¿Qué podemos esperar de un título así, viniendo del país del mundo con más suicidios? ¿Qué significado esconde? ¿A qué huelen las nubes? En fin, que se me va la olla...
Gente quitándose la vida sin motivo aparente. Mucha. Muchísima gente. Los primeros diez minutos de metraje han tenido la capacidad de mantenerme embobadísimo, mirando la pantalla tratando de asimilar las imágenes que se iban sucediendo ante mis ojos.

Un grupo de chicas japonesas alegres y pizpiretas, que parecen sacadas del último número de alguna revista HENTAI, llegan a una estación del metro. Se sitúan en fila en el andén. Se cogen de la manita... 1,2,3 ¡YA! y se lanzan todas a la vía. El tren las arrolla sin miramientos mientras somos testigos de una escena increíblemente gore con una banda sonora en extremo particular.
El caso se le adjudica al detective Kuruda, que nunca será consciente de hasta qué punto va a cambiar su vida y la de su familia, y empieza a tirar de la madeja para ver qué o quién está oculto detrás de todo el asunto.
 
    Los minutos siguen corriendo, y nos trasladamos hasta un colegio típico japonés, con sus estudiantes uniformados de comunión descansando en la azotea del edificio. “Vamos a suicidarnos” dice alguien alegremente, a éste se suma otro, a éste otro y así sucesivamente hasta que se repite la escena del tren. Se cogen de las manitas... ¡Y to dios pabajo!.
Hay que resaltar que en los escenarios de los hechos aparecen unos bolsos que tienen en su interior UNOS ROLLOS DE JIRONES DE PIEL HUMANA COSIDOS que descolocan a las fuerzas del orden y a espectadores por igual.
 
Entra en acción una colaboradora de la policía que se hace llamar “murciélago” con una interesante información: una página web que representa con puntitos de colores a los malogrados suicidas y que hará que Kuruda se devane los sesos intentando resolverlo.
También hay por el medio un grupo de pop japonés de niñas prepúberes cuyas canciones parecen tener alguna conexión con tan macabros hechos.

¿No estáis más perdidos que una cabra en un quirófano? Pues a mí me pasa lo mismo. La peli es un sinsentido constante, con escenas que se suceden vertiginosamente sin aparente relación y gente suicidándose con toda su alegría, como el que se va de cañas con los colegas el sábado.
Hay un par de momentos en concreto que me han parecido en harto curiosos y me han horrorizado a la vez; el primero cuando una mujer está cortando comida en una tabla y con la mejor de las sonrisas se va seccionando los dedos uno a uno delante de su hijita pequeña, como si fuera lo más normal del mundo. El otro momento ocurre en una bolera, totalmente surrealista, con un japo peliteñido de rubio subido en unos zapatos de plataforma y vestido con un traje de lentejuelas (!!!) que hace gala de un sadismo y una locura sin límites. A éste me gustaría verlo tal cual, con esa 
 pinta, entrando en mi pueblo, lo apedreaban fijo...
Estamos frente a una peli tremendamente extraña, que deja demasiadas incógnitas en el aire enfocadas hacia el espectador que intenta asimilar una información tan difusa. Por internet podréis leer de todo, que es una obra maestra, que te hace pensar en tu yo y en la conexión contigo mismo y esas cosas profundas que dicen los que entienden de cine.
Yo, cuando terminó, apagué la tele, me tiré un pedo y me fui a sobar, y salvo las escenas gore no he sacado mucho en claro de algo tan irregular. Qué queréis que os diga, a lo mejor es que mi mente es demasiado simple para apreciar el cine de Sion Sono y sus locuras. O quizás la peli es una mierda sin más ambición y pretensiones que dejar rallado a todo aquel que la introduce en el reproductor de DVD. Viéndola saldrás de dudas.

 NOTA: 3/10
 

 

2 comentarios:

  1. Cuando he visto que habías hecho una review de esta peli me ha dado cantidad de curiosidad saber tu opinión... y veo que no se aleja de la mía.

    Dicen que la genialidad y la locura van de la mano (y precisamente en el terror japonés tenemos un gran ejemplo), pero en este caso yo también creo que estamos mucho más cerca del absurdo que de la obra maestra como la la califican algunos.

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  2. A lo mejor somos nosotros que no le pillamos el punto, pero vamos, creo que de tan extravagantes y retorcidos que han querido ser aqui se han pasado. A ver la segunda parte, que segun tengo entendido mejora bastante

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