País: USA
Duración: 71 min
Director: Charles Band
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ARGUMENTO
Un padrastro abusivo fuerza a su hijastra para enterrar sus cuatro muñecas hechas a mano en su patio trasero. Después de que la muchacha se caiga accidentalmente adentro y se rompa el cuello, el padrastro la entierra con las muñecas. Años más adelante, las muñecas se levantan para buscar venganza.
COMENTARIO
Cuando nos disponemos a ver una peli como “Doll Graveyard”, tenemos que ir sabiendo a qué nos enfrentamos. Si bien es cierto que tenía más fe depositada en Charles Band por toda su trayectoria dentro del subgénero de muñecos asesinos y cabrones, todas mis esperanzas se han esfumado de golpe, y al llegar a los títulos de crédito no sabía si ponerme a llorar o tirarme por la ventana. No nos engañemos, la Full Moon no es la Paramount, y Band no es Spielberg, pero joder... ¿Cómo puede ser tan tan tan tan mala esta puta película?
El inicio, aunque extraño, no presagia para nada lo coñazo que se vuelve la peli después. Una niña pequeña jugando con sus muñecos, rompe un jarrón y su padrastro la castiga obligándola a enterrarlos en el jardín de atrás de casa. La niña resbala en el último momento, y el padrastro (que ni le toma el pulso, ni comprueba si respira ni na de na) la encaloma en el hoyo con los muñecos y si te he visto no me acuerdo.
Tropecientas décadas después, Guy, el nuevo inquilino de la casa, que es un friki de las pelotas aficionado a las “figuritas de acción” y la ciencia ficción desentierra uno de los muñecos y eso provoca una reacción en cadena que hace que la niña vuelva del más allá sedienta de venganza y se desencadene una masacre de cuidado. O bueno, un intento de masacre, porque la peli hace aguas por todos lados...
Por un lado tenemos unos personajes ultra estereotipados: la niña buena, la parejita acaramelada, la chica fácil, el crío tocapelotas y el cachitas mononeuronal que juega en el equipo de fútbol del instituto.
Por la otra parte, unos muñecos que son más feos que un saco de ojetes (una de porcelana, un samurai, un indígena con su lanza y todo, y un soldado) primos hermanos de los de la saga Puppet Master, también de la Full Moon. Si hasta Band no tiene reparos en calcar una muerte de Puppet Master VI!! ¿para qué copiar a otros, sí lo puedes hacer con los directores de tu misma productora sin que nadie te diga nada?
Si juntamos los factores anteriormente comentados, sumando malas actuaciones, argumento trilladísimo y en ocasiones sin sentido, situaciones absurdas, montaje nefasto y suspense nulo, nos queda una peli que no es ni siquiera digna para la Full Moon, lo cual ya de por sí es bastante triste. ¿Lo único bueno? que sólo dura 62 minutos, y eso hace que la tortura no sea tan dolorosa. Sólo podría recomendar un intento de visionarla si hubiera más muertes y estuvieran más curradas. Si sois incondicionales de los muñecos podéis verla por aquello de decir “la he soportado”, pero si no... ni lo intentéis.
NOTA: 0'5/10
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