Título: Tom Z. Stone
Autor: J. E. Alamo
Editorial: Dolmen
Número de Páginas: 320
Año: 2011
ISBN: 788415296027
SINOPSIS
Tom
Z. Stone es un investigador privado al que una espectacular mujer
contrata para que solucione un turbio asunto de chantaje. Stone ha de
enfrentarse a criminales, asesinos, chantajistas y al mismísimo marido
de su clienta, uno de los delincuentes más peligrosos de la ciudad….
MI OPINIÓN
Fusión
se denomina a la unión de dos o más cosas, constituyendo un único todo.
Y eso es lo que ha logrado el escritor J. E. Alamo, autor que por
cierto he conocido a través de la línea Z de Dolmen, mezclando géneros
tan dispares como literatura zombie y novela negra con gran acierto y
mejor resultado. Desde ya os aviso que éste no es un libro de muertos
vivientes con situaciones de supervivencia claustrofóbicas y ataques
gratuitos; es una novela policíaca al más puro estilo tradicional, en la
que los zombies son un factor secundario frente a la trama principal.
Tom
Z. Stone es un detective privado que se ubica en los bajos fondos de
una ciudad mediterránea española. Como todos los investigadores de
novela es arisco, sarcástico, ácido, no se corta un pelo... y además,
está muerto. Bueno, “sólo” técnicamente muerto, su corazón no late y no
tiene necesidad de dormir. Es lo que aquí se denomina como un Reanimado.
Resulta
que el 7 de agosto de 2012, nadie conoce con certeza detalles exactos
del por qué (olvidaros de viruses extraños o residuos nucleares), los
muertos recientes salieron de sus sepulturas, morgues y mausoleos
andando por su propio pie. Algunos conservaban intactas sus facultades
mentales y motrices y decidieron volver a sus hogares.
Y
algunos, como el caso de Tom, no fueron aceptados en su retorno de
entre los muertos, y desde entonces van buscando hacerse un hueco en una
sociedad que no les comprende y que tampoco hace mucho por
reintegrarlos. En el libro se nos presentan tres tipos de seres:
borregos (personas normales/no afectadas), reanimados (Como Tom, gente
que volvió del más allá y que intenta hacer vida normal, aunque
pronostiquen cuatro años de vida para ellos) y desgastados (una especie
de zombie tradicional, pero desconocemos si propagan infecciones
mediante mordiscos).
Nuestro
investigador privado, al no poder retomar su vida en el punto en que
ésta se fue a la mierda, decide obviar a su familia, abrir un despacho y
trabajar por su cuenta como detective. Un buen día, de esos grises,
normales y tediosos, aparece Eva, una espectacular mujer que es la
esposa de uno de los peores capos del hampa local, con un no menos
espectacular problema: está siendo chantajeada por una persona anónima,
en relación a un acto nefasto que ha cometido y no quiere que se entere
su marido. Tom acepta el caso y empieza a tirar de la madeja, mientras
se va rodeando cada vez más de problemas y se ve envuelto en tramas de
tortura, palizas, extorsiones, secuestros, peleas ilegales y asesinatos.
Un
punto a favor es el humor del que hace gala el personaje de Tom, ha
llegado a sacarme auténticas carcajadas con comentarios tan cínicos e
imprevisibles, por no hablar también de la secundaria de lujo, Mati,
secretaria de Stone que combina encanto, fuerza y a la vez ternura a
partes iguales.
Tom
Z. Stone es una novela diferente a lo que nos tiene acostumbrados el
catálogo de dolmen. Se dejan entrever influencias de pesos pesados como
Raymond Chandler e incluso Patricia Highsmith, lo cual es muy de
agradecer en tiempos en que la novela negra no está de moda. Aunque no
sea una historia de terror como tal, merece estar en la estantería de
todo buen lector.
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